La contundente victoria por 3–0 del Real Madrid sobre el Athletic Club en San Mamés debería haber sido una noche de pura celebración. La actuación fue impecable, los goles fueron clínicos y el equipo parecía funcionar en su máximo nivel. Pero el ambiente festivo se apagó rápidamente. Lo que comenzó como una exhibición convincente terminó con una preocupación real por uno de los jugadores más importantes de la plantilla.
Una preocupante salida para Alexander-Arnold
Trent Alexander-Arnold, quien se ha convertido en una pieza central del sistema táctico de Xabi Alonso, se vio obligado a abandonar el campo en el minuto 55 tras sentir un dolor agudo y alarmante. Según El Chiringuito, las primeras evaluaciones médicas son profundamente inquietantes:
“La lesión de Arnold va para largo… prácticamente se despide de 2025.”
De confirmarse, sería uno de los contratiempos físicos más graves de su carrera y un golpe devastador para el Real Madrid. El lateral inglés, fichado por su creatividad de élite y su capacidad de construcción desde atrás, ha sido fundamental para aportar amplitud, precisión y ritmo a la salida de balón del equipo. Perderlo por un periodo prolongado altera tanto la estructura táctica como la planificación a largo plazo del proyecto de Alonso.
Un duro golpe para los planes de Xabi Alonso
El papel de Alexander-Arnold en el Madrid va mucho más allá de las funciones tradicionales de un lateral. Alonso ha confiado frecuentemente en él como un organizador invertido, incorporándose al centro del campo para facilitar la progresión del juego y desarmar bloques defensivos con su característico rango de pase. Su ausencia obliga ahora a recalibrar el sistema, reduciendo potencialmente la fluidez táctica y limitando la variedad de patrones ofensivos del Madrid.
Para un equipo que compite en varios frentes, este es el tipo de lesión de larga duración capaz de alterar el rumbo de toda una temporada.
La situación de Camavinga, más optimista
El partido también dejó la salida de Eduardo Camavinga, lo que generó preocupación inmediata dada su importancia en el mediocampo. Sin embargo, el diagnóstico inicial es más alentador. El club considera que su sustitución fue más preventiva que consecuencia de un problema serio. Las primeras señales apuntan a que la baja del francés podría ser breve, ofreciendo algo de alivio en medio de un panorama de lesiones sombrío.
Una victoria ensombrecida
A pesar del brillo colectivo mostrado en Bilbao —la contundencia de Mbappé, la solidez defensiva y el control total del partido— el ánimo al finalizar fue de cautela. Las lesiones pueden definir el pulso de una temporada, y la posible ausencia prolongada de Alexander-Arnold proyecta una sombra pesada sobre las aspiraciones del Real Madrid.
Con partidos clave en el horizonte y la presión creciendo tanto en LaLiga como en la Champions League, Alonso se enfrenta ahora al desafío de reorganizar su plantilla sin perder el impulso competitivo.
Lo que debería haber sido una noche triunfal en San Mamés podría ser recordado como el día en que el Real Madrid perdió a un pilar de su identidad táctica—posiblemente durante el resto del año.
